Historia del platillo
El pescado es uno de esos alimentos que se ha preparado por los seres humanos desde hace muchísimos siglos; por lo tanto, múltiples modos de preparación han surgido desde sus inicios.
De hecho, el registro más antiguo de su variante frita, pertenece a la gastronomía sefardí. Donde consta que antes de freírlo, cocinaban el pescado, y que antes de servirlo, era condimentado con diversos ingredientes locales.
Y a este registro le sigue el de España, donde se expresa que durante el siglo XVIII, en alguna zona de Andalucía, existía un plato de pescado crocante que era acompañado con otros ingredientes que se conseguían en la época.
De modo que historiadores suponen que durante la época colonial, la receta del pescado frito llegaría a zonas de Sudamérica, quedándose y pasando de generación en generación, convirtiéndolo en un plato muy común preparado en casi todo el mundo.
Otros datos de interés
En territorio chileno el pescado frito se caracteriza por estar condimentado con cebolla, ajo y orégano. Y si bien es cierto que es sencillo de preparar, no por ello deja de ser delicioso; algo sustentado por los Colombianos, Chilenos y Venezolanos, para quienes es un plato típico.
Y aunque contiene algo de grasa ―necesaria para que no se pegue en la sartén y adquiera su sabor, coloración y textura característicos―, también tiene su lado positivo.
Esto porque aporta proteínas, vitaminas de tipo A, D, E y vitaminas del grupo B, tales como B1, B2, B3 y B12. Lo cual le hace ideal para prevenir enfermedades, especialmente a nivel cardiovascular.