Teorías del origen
Existen dos teorías sobre la historia de este plato, en las cuales, la primera de ellas nos habla de los colonizadores, narrando que ellos trajeron de Europa un guiso denominado «carbonnade».
El cual, con el pasar de los años fue trasladándose por todos los países del continente americano, hasta que eventualmente llega a Chile, y es tan bien recibido, que lo convirtieron en un plato típico.
Por otro lado, la segunda teoría indica que tanto el nombre como la receta del platillo se originaron en las minas de carbón de Lota, en Chile; señalando que como la leña era muy costosa en ese tiempo, la Carbonada se preparaba con el carbón, y así obtuvo su nombre.
Características y variantes
La carbonada forma parte de la gastronomía chilena, así como también de varios países de América del Sur, destacando a Perú, Bolivia y Argentina.
Sin embargo, a pesar de su popularidad, no tiene tantas variantes como creeríamos. Aunque en Bélgica preparan la Carbonnade, que se presume, es un antecesor de la carbonada. El cual es sazonado por un poco de pimienta y cerveza.
Mientras que, en otros países de América del Sur, donde también se prepara el plato, no se alejan demasiado de la receta original. Distando normalmente por la presencia de distintas hierbas locales.
Dependiendo del lugar, también pueden añadir un poco de vino tinto, melocotones, arroz blanco, zumo de limón, caldo de pollo, carne de cordero, apio, ajíes y trozos de manzana, uvas, duraznos, caldo de carne, un poco de azúcar, perejil o manteca de cerdo.