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Los alimentos con ingredientes marinos no suelen verse mucho en Chile, aunque claro está, hay excepciones, estando las «manchas a la parmesana», como un claro ejemplo.
La perfecta unión entre el mar y los lácteos
La perfecta unión entre el mar y los lácteos

¿Cuál es el origen de este plato?

Las manchas a la parmesana representan la mezcla de dos elementos culinarios distintos. Esto, porque por un lado tenemos la preparación de la mancha, y por otro tenemos la parmesana, una técnica de cocción muy antigua.
En el caso de la última, se cuenta que fue creada en la Edad Media, momento en el cual no hizo más que evolucionar y adquirir reconocimiento con el pasar de los siglos. 
Algo que tomó fuerza con las migraciones de personas del continente europeo, hacia países de América. Especialmente a los ubicados en América del Sur, que tuvieron porcentaje abrumadores; pero que gracias a esto, la mezcla cultural resultante fue impresionantemente positiva. 
Y fue en el año 1950 cuando inmigrantes italianos conocidos como Melotti Ferrari y Adelfo Garuti, crearían las machas a la parmesana, en Viña del Mar.
Esto sin saber que sería un rotundo éxito que cautivará a todo Chile, volviéndose uno de los platos líderes en la categoría de alimentos con ingredientes del mar. 

Características y variantes 

El plato representa una parte importante de Chile, y si bien no es tan famoso internacionalmente como otros ejemplares de su arte culinario, sí que se labró un lugar entre los platos tradicionales de la nación, especialmente en su zona costera. 
Estando caracterizado por el uso de la almeja de agua salada como ingrediente base y principal, pero en conjunto con el queso parmesano. A dicha mezcla se le añade un poco vino blanco, gotas de limón y mantequilla, ¡y listo!  
En cuanto a las variantes, no reciben nombres adicionales y presentan modificaciones mínimas, como el agregarle ajo, otros tipos de almejas y quesos.