Descripción
Conocida también como «chirimoyo», la chirimoya es una fruta tropical muy querida en Ecuador y Chile, que también es cultivada en Bolivia, Estados Unidos, Perú, e incluso Sudáfrica e Israel.
Historia de la fruta
La chirimoya no tiene una fecha de origen exacta. No obstante, se sabe que esta se cultivó en un principio en los Andes peruanos y en las montañas de Ecuador, ―un dato confirmado por historiadores y expertos en el tema―.
Aunque con el paso de los años, varios conocedores de la historia culinaria también han agregado a las zonas andinas de Colombia y Chile como zonas en las cuales la chirimoya se cultivó durante sus inicios.
En cuanto al contexto, se cuenta que cuando los españoles llegaron a América, descubrieron la chirimoya, y les pareció una fruta tan extraordinaria, que fue reconocida por ellos como un “manjar blanco”.
Por lo cual comenzaron a cultivarla, y tras algunos años, el fruto fue expandiéndose por otros territorios, a la vez que se afianzaba en sus países originarios, como Chile y Ecuador, en donde se le considera fruta típica.
Usos y propiedades
La pulpa de esta fruta es utilizada en Chile para acompañar ensaladas, mermeladas, purés, jugos, helados e incluso tartas.
Y esto no es solo por su sabor, pues esta fruta posee un alto valor nutritivo, conteniendo nutrientes como el calcio, hierro y fósforo.
Además, es rica en vitaminas tipo B, como B1, B2 y B6, ayuda a prevenir enfermedades y con sus hojas se puede preparar un té, el cual sirve para aliviar dolores de cabeza ―mismo que emplean personas con diabetes, ya que las hojas ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre―.