¿Cuál es la historia de este dulce?
La historia de los picarones es bastante más clara que el promedio. Indicando que es un derivado de los buñuelos españoles, los cuales llegan a Perú, durante la época del virreinato, tras la colonización europea y la fusión cultural.
Siendo así como las cocineras mulatas de ese momento, fueron expandiendo el alimento con la premisa sobre que era un dulce para personas de alto rango; y su distribución fue un completo éxito.
Algo quizá no previsto tomando en cuenta los peculiares ingredientes que le integran harina, azúcar, zapallo y otros elementos locales.
Aunque la cantidad de ventas puede deberse a que no solo era adquirido para degustarlo durante cenas formales o meriendas, sino que también se empleaba en rituales religiosos.
De hecho, se dice que, en el siglo XVIII, era normal juntarlos con turrones, anticuchos y mazamorra, para saciar el hambre antes de cualquiera de las comidas. Lo cual habla mucho sobre su creciente popularidad.
Debido a las migraciones y expansiones, en algún momento de la historia, la receta caería en manos chilenas. Existiendo un registro de 1800, donde se hace mención a los picarones como uno de los dulces más consumidos en el país, algo que se ha mantenido con el paso de los años.
Más sobre los picarones
Otro de sus nombres es «anillo dulce», así que si no los consigues por un nombre, ya sabes cómo buscarlos.
Estos son indispensables en horas de almuerzo o durante las tardes. Debiendo su aspecto crocante a que son freídos antes de servirse.
Su variante más conocida es la de Perú, donde aún utilizan la base de harina y juntan con levadura y zapallo, en este país se le suele añadir miel, clavos de olor y algo de camote.